Iglesia Cristiana Encuentro Con Cristo - Temuco

martes, 24 de marzo de 2015

Dichosos los perseguidos

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
 porque el reino de 
los cielos les pertenece.
Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. 12 alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.

Las últimas dos bienaventuranzas están relacionadas entre sí,  el perseguido y el vituperado por causa del Señor.
Como dijimos la semana pasada hay una resonancia entre las bienaventuranzas la 1 con la 5, la 2 con la 6 y en este caso la 4 con 8 “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia” y bienaventurados los perseguidos por causa de esa misma justicia.
También debemos notar que estas últimas dos afirmaciones terminan el ciclo de  la misma forma como se comenzó. La promesa para el pobre de espíritu es el Reino de Dios, igual para quien es perseguido por causa del Señor.
Jesús trae a la mesa un tema propio de los cristianos; la persecución.
El solo hecho de ser testigos del Señor trae consigo persecución. Jesús, sus discípulos y seguidores se convirtieron en personas incómodas para las personas de la época que vivieron, eran tan radicales que estaban en contraposición con el reino de las tinieblas  y eso mismo debe caracterizarnos a nosotros; somos la luz en medio de las tinieblas y somos la sal en un mundo que debe ser preservado por el evangelio.
Si miramos un poco la historia de la iglesia en Hechos de los apóstoles, es una historia de persecución, la iglesia inicia su crecimiento por el mundo conocido después de la muerte de Estaban porque se esparcen para llevar el evangelio. Esta persecución fue cruel, hechos nos muestra lo peor del imperio romano y lo mejor del Espíritu Santo porque estos perseguidos vieron el poder de Dios para guardarlos, para guiarlos y para manifestarse con señales y prodigios. No fue una iglesia de mucho hablar fue una iglesia en la se evidenciaron los hechos del Espíritu santo.
La persecución no fue nueva en la historia del pueblo de Dios, los profetas también fueron perseguidos y la promesa es que nosotros en este tiempo seremos perseguidos.
Solo con cumplir  estas 8 afirmaciones de bienaventurados estaríamos en la lista de candidatos para ser perseguidos; amar la justicia trae enemigos, amar la paz trae enemigos, ser manso trae enemigos etc.
Jesús nos dice que ser perseguidos por causa de Dios es una bendición. Pero Jesús  también  es claro en decir  que la causa de la persecución debe ser el evangelio y la justicia divina.
-       Jesús no habla de persecución por nuestro carácter:
Nosotros podemos ser perseguidos por muchas razones que no son la causa del evangelio, por ideales propios, pecados pasados, nuestro propio carácter pecaminoso, por ejemplo aunque seamos hijos de Dios a veces somos irrespetuosos, groseros, imprudentes, y si nos persiguen por esa causa no somos dichosos.  No podemos afirmar que si no pagamos la tarjeta de crédito y los cobradores nos persiguen por teléfono, a la luz de este versículo que somos bienaventurados.
-       Jesús no habla de persecución legalista o religiosa
Estamos llamados a proclamar el evangelio de Cristo, pero no estamos llamados a proclamar una religión y a proclamar “una iglesia”. Muchos cristianos dedican sus fuerzas a defender doctrinas humanas pero no el evangelio, a veces hay  persecución entre las mismas congregaciones porque unos son de una denominación y otros son de otra.
A veces también hay persecución entre los mismos hermanos de la iglesia. La justicia de Dios no tiene nada que ver con la división del cuerpo de Cristo.
¿Cómo debemos entender la persecución?
Como principio general, en cualquier época, en cualquier lugar  la persecución nace cuando “hay una fe genuina” porque el  cristiano verdadero no es perseguido por ser bueno sino por ser justo y santo, porque marca la diferencia en humildad y mansedumbre.
Jesús no fue perseguido por los fariseos por ser simplemente bueno, lo fue por su justicia y por sus palabras que denunciaba la hipocresía, fue odiado por su santidad y su verdad total y absoluta.



La persecución puede venir en diferentes empaques, según el contexto, según la época por ejemplo:
1.      Opresión espiritual:
Poco hablamos de Satanás y sus aliados pero la biblia nos dice que el trabajo de Satanás es oprimirnos, hacernos caer en tentación, alejarnos de Dios y por supuesto dividir la iglesia.
No podemos afirmar una lista “de síntomas” para identificar la opresión espiritual pero debemos decir que a veces hay cansancio espiritual, hay culpa, poco deseo de ir a la iglesia, poco deseo de leer la palabra y en algunos casos manifestaciones demoniacas.
Frente a esta persecución que es más común de lo que pensamos, que es diaria y que es constante debemos orar con intencionalidad, buscar ayuda y leer mucho la palabra.  En la palabra y la oración Dios nos da el recurso para vencer-
“Someteos, Resistid al Diablo y él huirá de vosotros” Santiago 4:7

2.      Persecución física:
Quizá esta es la menos común en nuestro contexto, esto no quiere decir que no nos pueda pasar. Alrededor del mundo hay cristianos perseguidos que entregan sus vidas para no negar a Cristo.

3.      Persecución ideológica:
Esta es la manera más común con la que nos estamos enfrentando los cristianos modernos, de una manera muy sutil estamos cediendo ante esta gran persecución. Los gobiernos están tomando decisiones que contradicen abiertamente los principios Bíblicos y la iglesia esta callada. Es más los cristianos dan su voto por quienes están a favor de prácticas anti cristianas.
Por ejemplo,
-       La nueva era y el ocultismo se han disfrazado para llenar nuestra mente de principios y prácticas que son abiertamente opuestas al reino de Dios.
Nuestros hijos están expuestos a través de los programas infantiles de una manera sutil pero directo a prácticas del ocultismo. Hay películas de waltdisney que evocan el budismo, magia, rezos y conjuros.
Esto esta permeando la mente y el corazón de los niños. Y los niños están más expuestos a esto que a la palabra de Dios. Una película dura 2 horas y el devocional en la casa escasamente 5 minutos.
Frente a esto yo diría que no tenemos una persecución porque la persecución implica resistencia. Frente a esto veo que nosotros simplemente nos rendimos y cedimos el terreno del corazón de nuestros hijos y la futura generación de creyentes.
Esto sin mencionar las letras de las canciones que cantan nuestros jóvenes con alto contenido obsceno.
-       El homsexualismo: Los gobiernos, la televisión y el mundo está a favor de la libertad del desarrollo de la persona. Somos perseguidos cuando nos levantamos para afirmar una verdad que suena antigua y ridícula hoy. Dios creo un hombre y una mujer y no podemos aceptar que la época moderna cambie el concepto de familia. 
-       El aborto, la legalización de la marihuana entre otros temas.
En nuestra época el enemigo no tiene que matarnos, porque no somos peligro para nadie. El evangelio se ha reducido tanto en nombre “del amor y la tolerancia” que sencillamente debemos reconocer que no estamos siendo perseguidos. Nuestras iglesias están llenas de personas convertidas no al evangelio de Jesucristo, no a la causa de Jesucristo sino convertidas a una evangelio creado a su propio pensamiento, conforme a sus conveniencias, un evangelio que ya no es poder para salvación sino poder para sacar el campeón que tienen dentro, poder para explotar tu potencial, poder para triunfar, para ser prospero, poder para muchas cosas menos para llenar de luz al mundo que esta engañado en las tinieblas.
Vivimos una época donde escasean los radicales, en la que el evangelio ya no es motivo de vituperio y persecución 
LUCAS 6:26 ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien!
    Dense 
cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas.

Es más frecuente que los cristianos lean cada vez más poco la  Biblia, y el resultado es que si no conocemos la palabra de Dios, no podremos resistir al Diablo, no podremos ganar la batalla, no podemos interpretar los tiempos en los que estamos y por ello la iglesia está siendo engañada y guarda silencio ante estas nuevas realidades ideológicas.


El énfasis del evangelio de Mateo y del Sermón del Monte es el Reino de los Cielos. Recibamos la invitación de Jesús a largo de estas bienaventuranzas para anhelar vivir como dignos representantes del Señor en la tierra, anhelando que el Reino de Dios se establezca entre nosotros.


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