Yo soy la luz del mundo
Pastor Julián Aristizabal
El domingo pasado estuvimos hablando
que el evangelio de Juan tiene como
propósito invitarnos para que creamos en Jesús para que tengamos vida eterna. Y
de Jesús como pan de vida; ese pan
saciaría nuestra hambre espiritual y física.
La segunda afirmación que Juan nos
reporta en su evangelio es Yo soy la luz
del mundo.
Esta afirmación es una declaración
teológica importante a la luz de toda la Biblia; el plan redentor de Dios,
desde los inicios de la historia del hombre, ha sido la restauración de la
Íntima relación perdida por el pecado. Al entrar el pecado, el hombre se ha inclinado por un obrar
contrario a la voluntad de Dios y esta realidad lo ha llevado a estar fuera de
la presencia de Dios. Esto bíblicamente se expresa” el hombre fue destituido de
la gloria de Dios por ello anda en tinieblas”. Estas tinieblas, han hecho del
hombre un esclavo de su pecado y de su maldad.
Este asunto de las tinieblas es
tomado en cuenta por Juan en el capítulo 1, en el que el panorama es que Jesús se hizo hombre para llegar a
establecer el plan redentor de Dios pero que el mismo hombre no lo quiso tener
en cuenta ni al él ni a sus enseñanzas. “A
los suyos vino y los suyos no le recibieron, le rechazaron”, en el capítulo
3:19 el panorama se encrudece más aunque Juan Bautista dio testimonio de Jesús
como la luz del mundo, el mundo no quiso recibir esta luz: “Esta es la causa de la condenación; que la
luz vino al mundo pero la humanidad prefirió (amó) más las tinieblas porque sus
hechos eran perversos”
Mientras que Jesús trae luz a la
humanidad, el propósito de Satanás es traer destrucción, engaño e incredulidad; el ser humano en medio de ver
las maravillas de Dios parece que sus ojos estuvieran cegados no ven a Dios en
su obrar.
Así que podremos afirmar que la luz
del mundo viene a deshacer las obras de las tinieblas, Jesús viene como
respuesta para destruir las tinieblas y para darle
al hombre la sanidad, el lugar de
libertad y salvación que fue diseñado desde el principio.
La luz del mundo se evidencia de muchas maneras tangibles, sobre
los poderes de las tinieblas diabólicas que nos aterrorizan pero también
en nuestra cotidianidad. El mismo evangelio nos lo confirma con los
relatos que acompañan a esta declaración.
El primer relato que encontramos en el contexto de la declaración de Jesús como la luz del
mundo. Es el encuentro de Jesús con la mujer sorprendida en adulterio a quien
un grupo de fariseos la iban a apedrear (Juan 8), Jesús aparece en la escena,
esta mujer está en tinieblas por el pecado y por el horror de sentir la muerte
vergonzosa en manos de los “más justos”.
Poco sabemos de esta mujer, pero sabemos lo
importante, la luz del mundo (Jesús)
llegó a su vida en dos sentidos:
Sorpresivamente Jesús la perdona por
su pecado, Jesús la vio como una pecadora necesitada de redención. Y esta es la
manera en que Jesús nos trae luz en medio de las tinieblas pues sólo él es el
cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Que quitó el pecado de la mujer adúltera
y que quitó nuestro pecado. Nosotros al igual que ella al ser perdonados fuimos
rescatados de las tinieblas a luz admirable.
Jesús vio en esta mujer no sólo el
pecado como algo moral, sino que vio la condición degradante en la que la tenía
el pecado. Así que Jesús no sólo trae luz al perdonar su pecado sino que
también la libera socialmente al defenderla delante de quienes se creían buenos
y justos delante de Dios.
Muchas veces las tinieblas persisten
aunque él nos ha perdonado, a veces necesitamos luz en medio de la Iglesia.
Como los fariseos cometemos el error de mirar el pecado y no al pecador
necesitado de gracia. La iglesia debe
liberarse no solo del pecado sino también los estigmas sociales y eso evidencia
que tenemos a Jesús como nuestra luz. Si en la iglesia persiste la crítica, la
falta de perdón, la estratificación, los estigmas entonces tenemos que decir
que es una iglesia que persiste en las tinieblas. “El que esté libre de pecado que
tire la primera piedra” todos somos iguales a los ojos de Dios pero el
enemigo quiere que nosotros nos veamos de manera diferente, que nos pongamos
una raza, un precio. La mujer del relato no valía nada a los ojos de los
fariseos pero Jesús la vio a través de la cruz, era su sangre derramada.
La luz de Jesús debe llegar a nuestras vidas,
a nuestra iglesia porque nuestra tarea es iluminar al mundo.
El Segundo relato lo encontramos en el capítulo 9, es la historia de un ciego de
nacimiento. La pregunta que le hacen a Jesús es ¿Quién pecó? ¿Él o sus padres?
Y Jesús responde que él está así para que la Gloria de Dios se manifieste.
En esta sanidad, Jesús también
resalta dos realidades en las que vemos como él nos quita las tinieblas.
La primera es en aquellas situaciones
físicas que vivimos y para las que no tenemos ninguna explicación o respuesta
humana, no sólo enfermedades sino acontecimientos que parece con nos nublan la
vida.
Jesús claramente nos recuera en este
pasaje que él quiere que la gloria de
Dios sea visible en nuestras vidas, y para eso permite situaciones
difíciles. En el caso de este hombre fue una ceguera y la gloria de Dios fue la
sanidad milagrosa.
En medio de las situaciones de
tinieblas, llámese enfermedad, frustración, desilusiones, fracasos, quiebra
emocional o económica y ante nuestras preguntas de por qué me pasa esto… la
respuesta de Jesús es que para que la Gloria de Dios se manifieste y generalmente
lo hace en la manera que él quiere.
Una de las formas en la que Jesús es
luz es trayendo la gloria de Dios a nuestras vidas.
El segundo enfoque que Jesús le da a
este milagro tiene que ver con la ceguera espiritual en 9:35 y siguientes. Jesús
compara al ser humano con este ciego, es la realidad en la que esta el mundo,
sus ojos físicos están abiertos pero su alma se encuentra en tinieblas, y por
ello no pueden ver el obrar de Dios.
Este cuestionamiento está ligado a la
declaración de Jesús: Yo soy la luz del mundo. Los fariseos estaban criticando
a Jesús por sanar al ciego en un día de reposo y Jesús como respuesta hace una
declaración contundente y fuerte: Yo vine a juzgar, para que los ciegos vean y
los que vean queden ciegos.
Jesús es la luz del mundo y eso en sí
trae juicio porque separa la luz de las tinieblas, porque quienes decidan por
tinieblas tendrán juicio. Porque hay quienes ven pero no creen, el juicio se
manifiesta por su incredulidad. Los
fariseos viendo la sanidad, no vieron la
gloria de Dios a través de Jesús debido a su incredulidad, sus vidas estaban
ciegas, su espíritu está ciego.
(Resumiendo) Así
que podemos ver la luz de Jesús en el mundo:
-
En
contra de las tinieblas y poderes satánicos
-
Al
traer el plan redentor de Dios a la
humanidad
-
En
la restauración del pecador espiritual y
socialmente
-
Mostrando
la gloria de Dios en nuestros asuntos físicos
-
Abriendo
nuestros ojos espirituales
-
Juzgando
el día del juicio
El reto: Jesús se presenta hoy ante
esta congregación y nos dice yo soy la
luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de
la vida.
Si creemos plenamente
en él estaremos libres de tinieblas, la oscuridad no estarán en nuestra vida
cotidiana.
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