Iglesia Cristiana Encuentro Con Cristo - Temuco

martes, 21 de enero de 2014

Yo soy la luz del mundo.

Yo soy la luz del mundo
 Pastor Julián Aristizabal

El domingo pasado estuvimos hablando que el  evangelio de Juan tiene como propósito invitarnos para que creamos en Jesús para que tengamos vida eterna. Y de  Jesús como pan de vida; ese pan saciaría nuestra hambre espiritual y física.

La segunda afirmación que Juan nos reporta en su evangelio es Yo soy la luz del mundo.
Esta afirmación es una declaración teológica importante a la luz de toda la Biblia; el plan redentor de Dios, desde los inicios de la historia del hombre, ha sido la restauración de la Íntima relación perdida por el pecado. Al entrar el pecado,  el hombre se ha inclinado por un obrar contrario a la voluntad de Dios y esta realidad lo ha llevado a estar fuera de la presencia de Dios. Esto bíblicamente se expresa” el hombre fue destituido de la gloria de Dios por ello anda en tinieblas”. Estas tinieblas, han hecho del hombre un esclavo de su pecado y de su maldad.

Este asunto de las tinieblas es tomado en cuenta por Juan en el capítulo 1, en el que el panorama  es que Jesús se hizo hombre para llegar a establecer el plan redentor de Dios pero que el mismo hombre no lo quiso tener en cuenta ni al él ni a sus enseñanzas. “A los suyos vino y los suyos no le recibieron, le rechazaron”, en el capítulo 3:19 el panorama se encrudece más aunque Juan Bautista dio testimonio de Jesús como la luz del mundo, el mundo no quiso recibir esta luz: “Esta es la causa de la condenación; que la luz vino al mundo pero la humanidad prefirió (amó) más las tinieblas porque sus hechos eran perversos

Mientras que Jesús trae luz a la humanidad, el propósito de Satanás es traer destrucción, engaño e  incredulidad; el ser humano en medio de ver las maravillas de Dios parece que sus ojos estuvieran cegados no ven a Dios en su obrar.
Así que podremos afirmar que la luz del mundo viene a deshacer las obras de las tinieblas, Jesús viene como respuesta para destruir las tinieblas y  para darle  al hombre la sanidad,  el lugar de libertad y salvación que fue diseñado desde el principio.
La luz del mundo se evidencia de muchas maneras tangibles, sobre los poderes de las tinieblas diabólicas que nos aterrorizan pero también en  nuestra cotidianidad.  El mismo evangelio nos lo confirma con los relatos que acompañan a esta declaración.
El primer relato que encontramos en el contexto de la declaración de Jesús como la luz del mundo. Es el encuentro de Jesús con la mujer sorprendida en adulterio a quien un grupo de fariseos la iban a apedrear (Juan 8), Jesús aparece en la escena, esta mujer está en tinieblas por el pecado y por el horror de sentir la muerte vergonzosa en manos de los “más justos”.
 Poco sabemos de esta mujer, pero sabemos lo importante, la luz del mundo (Jesús) llegó a su vida en dos sentidos:
Sorpresivamente Jesús la perdona por su pecado, Jesús la vio como una pecadora necesitada de redención. Y esta es la manera en que Jesús nos trae luz en medio de las tinieblas pues sólo él es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Que quitó el pecado de la mujer adúltera y que quitó nuestro pecado. Nosotros al igual que ella al ser perdonados fuimos rescatados de las tinieblas a luz admirable.
Jesús vio en esta mujer no sólo el pecado como algo moral, sino que vio la condición degradante en la que la tenía el pecado. Así que Jesús no sólo trae luz al perdonar su pecado sino que también la libera socialmente al defenderla delante de quienes se creían buenos y justos delante de Dios.
Muchas veces las tinieblas persisten aunque él nos ha perdonado, a veces necesitamos luz en medio de la Iglesia. Como los fariseos cometemos el error de mirar el pecado y no al pecador necesitado de gracia.  La iglesia debe liberarse no solo del pecado sino también los estigmas sociales y eso evidencia que tenemos a Jesús como nuestra luz. Si en la iglesia persiste la crítica, la falta de perdón, la estratificación, los estigmas entonces tenemos que decir que es una iglesia que persiste en las tinieblas. “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra” todos somos iguales a los ojos de Dios pero el enemigo quiere que nosotros nos veamos de manera diferente, que nos pongamos una raza, un precio. La mujer del relato no valía nada a los ojos de los fariseos pero Jesús la vio a través de la cruz, era su sangre derramada.
 La luz de Jesús debe llegar a nuestras vidas, a nuestra iglesia porque nuestra tarea es iluminar al mundo.

El Segundo relato lo encontramos en el capítulo 9, es la historia de un ciego de nacimiento. La pregunta que le hacen a Jesús es ¿Quién pecó? ¿Él o sus padres? Y Jesús responde que él está así para que la Gloria de Dios se manifieste.
En esta sanidad, Jesús también resalta dos realidades en las que vemos como él nos quita las tinieblas.
La primera es en aquellas situaciones físicas que vivimos y para las que no tenemos ninguna explicación o respuesta humana, no sólo enfermedades sino acontecimientos que parece con nos nublan la vida.
Jesús claramente nos recuera en este pasaje que él quiere que la gloria de Dios sea visible en nuestras vidas, y para eso permite situaciones difíciles. En el caso de este hombre fue una ceguera y la gloria de Dios fue la sanidad milagrosa.
En medio de las situaciones de tinieblas, llámese enfermedad, frustración, desilusiones, fracasos, quiebra emocional o económica y ante nuestras preguntas de por qué me pasa esto… la respuesta de Jesús es  que para que la Gloria de Dios se manifieste y generalmente lo hace en la manera que él quiere.
Una de las formas en la que Jesús es luz es trayendo la gloria de Dios a nuestras vidas.
El segundo enfoque que Jesús le da a este milagro tiene que ver con la ceguera espiritual en 9:35 y siguientes. Jesús compara al ser humano con este ciego, es la realidad en la que esta el mundo, sus ojos físicos están abiertos pero su alma se encuentra en tinieblas, y por ello no pueden ver el obrar de Dios.
Este cuestionamiento está ligado a la declaración de Jesús: Yo soy la luz del mundo. Los fariseos estaban criticando a Jesús por sanar al ciego en un día de reposo y Jesús como respuesta hace una declaración contundente y fuerte: Yo vine a juzgar, para que los ciegos vean y los que vean queden ciegos.
Jesús es la luz del mundo y eso en sí trae juicio porque separa la luz de las tinieblas, porque quienes decidan por tinieblas tendrán juicio. Porque hay quienes ven pero no creen, el juicio se manifiesta por su incredulidad.  Los fariseos viendo la sanidad, no vieron  la gloria de Dios a través de Jesús debido a su incredulidad, sus vidas estaban ciegas, su espíritu está ciego.

(Resumiendo) Así que podemos ver la luz de Jesús en el mundo:
-          En contra de las tinieblas y poderes satánicos
-          Al traer el plan redentor de Dios a  la humanidad
-          En la restauración del pecador  espiritual y socialmente
-          Mostrando la gloria de Dios en nuestros asuntos físicos
-          Abriendo nuestros ojos espirituales
-          Juzgando el día del juicio
El reto: Jesús se presenta hoy ante esta congregación y nos dice yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida.

Si creemos plenamente en él estaremos libres de tinieblas, la oscuridad no estarán en nuestra vida cotidiana. 

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