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martes, 14 de enero de 2014

Jesús la vid verdadera


Jesús la vid verdadera
Juan 15
 Pastor, Julián Aristizabal

Este texto narra una de las seis declaraciones en el evangelio de Juan es las que      
Jesús  se declara como YO SOY... En este caso soy la vid verdadera.

En varias ocasiones la escritura nos deja claro que el  propósito de un árbol es que de fruto. Jesús nos deja ver que no da lugar para un árbol que no produzca fruto, vemos que el señor es paciente y espera lo necesario para que la semilla germine,
pero siempre espera con paciencia el fruto.

El evangelio de Mateo hace alusión a este evento natural para dar una verdad del  Reino,  se acercó a una higuera, y no halló nada en ella, sólo hojas. Y le dijo nunca
jamás nazca de tí fruto y luego se secó la higuera 21:18-19

Muchas veces entendemos el principio de la importancia de dar fruto, la pregunta es ¿cómo entonces  puedo dar fruto?

Quiero sugerirles dos secretos bíblicos  sencillos para llevar fruto:

1.    El primero tiene que ver con la permaner en cristo: (v4 y 5 )

Llevar fruto es el resultado de la vida unida a cristo,  fluye de escuchar su
voz , hacer su voluntad y estar dependiendo de él.  Así como la  vid debe necesariamente  fluir  por el pámpano,   Jesús quiere “fluir ” en la vida del creyente, por eso
afirma "separados de mi nada pueden hacer"

Nuestras vidas son totalmente impactadas cuando nuestra razón de ser es el señor pero separados de él nada podemos hacer

Es importante notar que es  diferente el fruto del Espíritu,  al bautismo del Espíritu Santo;  todo creyente en el momento de recibir al señor Jesús en su corazón recibe    la promesa del Espíritu Santo, él  estará con nosotros hasta el fin del mundo.

En este sentido el bautismo del Espíritu es inmediato y sucede una sola vez en la vida del creyente.

Por otro lado, todo  creyente a medida que va permaneciendo en el señor,  irá
experimentando el fruto del Espíritu Santo en su vida. Es decir es un proceso            progresivo que nos llevará toda la vida.

El fruto no viene como el resultado del bautismo del Espíritu Santo sino de la
permanencia en cristo.

La  permanencia en Cristo implica una vida en relación con él, a través de su
Palabra.  Es la palabra que nos ayuda a crecer, nos limpia y nos ayuda a ver en         dónde estamos y para dónde vamos.

Un buen ejemplo de esto lo reporta el Nuevo Testamento.  Los Gálatas al igual que
los corintios que fueron iglesias a las que Pablo les escribió, habían sido llenas de la presencia del Espíritu Santo pero al mismo tiempo estaban faltos de amor. Habían experimentado en un tiempo la plenitud en Cristo, pero al poco tiempo                      descuidaron la buena doctrina y la fe.  Esa plenitud se perdió y comenzaron a vivir en la carne, por ello Pablo les escribe para exhortarlos y los llama ¡INSENSATOS!

Como creyentes tenemos la responsabilidad de permanecer en cristo y el fruto es  el producto natural de la relación con Dios;  no es un esfuerzo personal, no es algo que logramos cuando nos lo proponemos, no es por mérito  propio. Lo natural es   que el cristiano que depende de Jesús de fruto.  A veces tendemos a confundir el       fruto con lo que hacemos. Pero el fruto no tiene que ver con lo que hacemos sino con lo que somos... Es interesante que la carta a los Gálatas nos habla de obras para  referirse a la carne,  a lo vano y de fruto para hablar de una 
vida fructífera y plena  en el señor.(paz, amor...)

Entonces lo primeo que debemos examinar  ¿nuestra esta vida llena de fruto?  
¿queremos fruto o queremos obras?

1.    Otra acción que nos muestra el texto es SER PODADOS (v2-3)

"toda rama que en mi no da fruto la cortaré, pero toda rama que en mí da fruto la podaré para que de más fruto todavía"

Estos versos nos presenta dos realidades: La primera la realidad  es que el señor si o si espera fruto de nosotros  y de no darlo la acción de él es cortar la rama.

La segunda realidad, es que aunque llevemos fruto, debemos pasar por el proceso de ser podados, limpiados. Este es un proceso que es doloroso y todos los
creyentes pasaremos por las manos amorosas del podador.  El que poda no viene a destruir, viene a quitar aquellas cosas que están obstaculizando el crecimiento de un fruto precioso.
Ser podado es expresado por el autor de Hebreos como el proceso amoroso en que el Señor nos disciplina, entendiendo, que el padre que ama a su hijo lo disciplina.

Hebreos 12: 11 dice " ninguna disciplina en el momento es causa de gozo, sino de tristeza. Pero después del proceso da fruto apacible de justicia a los que en ella han
sido sometidos"
Muchos árboles tienen hojas hermosas, pero si se les deja crecer demasiadas hojas rara vez producen fruto. El señor en medio de este proceso de podar, con sus         manos amorosas cortará algunas hojas de indulgencias, orgullo, mentira, altivez 
(entre otras)de la vida del cristiano para que pueda dar mucho más fruto.

El hombre solo podrá tener algunas obras de éxito, que no son duraderas, que no    permanecen pero tarde que temprano sus obras son contadas como frutos agrios. Esto fue lo que paso con Israel.


Isaias 5:4-7
Dios hizo todo por Israel pero Israel no pudo ser una buena vid. POR ESO JESUS ES LA VID VERDADERA. Dios desechó la vid del antiguo testamento, dijo que no la
volvería sembrar, a surcar, a podar, no la iba a trabajar.
Pero Jesús nos da la garantía que nosotros ya no somos la vid ahora solo somos los pámpanos y esa es la garantía de que la vid nunca dará fruto agrio. En JESUS hay    promesa de dar frutos que alegran vida.

Invitación a Orar
1. Por los que no han permanecido o por los que quieren desfallecer.
2. Por los que  están en proceso de limpieza.
3. Gratitud por la esperanza de un buen fruto. 

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