Iglesia Cristiana Encuentro Con Cristo - Temuco

domingo, 9 de marzo de 2014

Nehemías 1:1-11

Pastor Julian Aristizabal

Se puede aprender mucho acerca de una persona por el tipo de oración que hace, cuando una oración suena como grabación es indicio de un espíritu opacado o que se ha secado.
Hay oraciones egoístas; las que hablan de mis necesidades, la oración impresionante; que sale de un corazón orgulloso. Las oraciones dicen mucho del que se acerca a Dios.

En la biblia encontramos muchos modelos de hombres que se acercaron delante del Señor para orar de las cuales podemos aprender mucho; Jesús, David, Daniel entre otros.

Hoy quiero hablar de la oración y de Nehemías de quien podemos aprender por lo menos tres de sus secretos. Leer Nehemías 1

Nehemías fue uno de los líderes que Dios levantó después del Exilio, su llamado fue a la reconstrucción física y espiritual del pueblo de Israel.

Lo primero que vemos en la oración de Nehemias es que se basa en el carácter de Dios. El versículo 5
“Señor Dios del cielo, grande y temible Que cumples el pacto y que eres fiel con los que te ama y obedecen tus mandamientos”

1.      Nehemías ora con un conocimiento previo de quién es Dios, este conocimiento no es un conocimiento solo intelectual sino que es relacional. Él sabe a quién se dirige.
Al Señor le encanta las oraciones íntimas, anhela que nosotros le conozcamos tal cuál es y que reconozcamos nuestra dependencia absoluta por su gracia y su poder.
En esta oración es claro quién es Dios y quien es el orante, a veces en nuestras oraciones no tenemos claro quién es Dios porque nos ponemos en su lugar… oramos a Dios queriendo que Dios haga nuestro plan, queremos enseñarle a Dios como hacer las cosas y no estamos pensando en que nosotros debemos aceptar la voluntad absoluta de Dios.
En este versículo hay cinco declaraciones que debemos guardar en nuestro corazón y poner sobre la mesa a la hora de orar:
a.       Dios es grande: muestra la posición de Dios
b.      Dios es temible
c.       Dios es poderoso
d.      Dios cumple sus promesas
e.       Dios es fiel
La oración de Nehemías surge en un momento difícil del pueblo, han llegado después del cautiverio, Israel había sufrido, había perdido su identidad, habían perdido su seguridad y apenas estaban recuperando la esperanza.
En medio del caos la oración surge efecto sólo cuando conocemos a quién oramos. La oración pude traer paz a nuestros corazones cuando nuestro corazón reconoce los atributos de Dios.

2.      Nehemías también ora con un conocimiento de quien es él:

Dios le había advertido a Israel que el precio de la desobediencia iba a ser grande y costoso porque perderían su tierra prometida. El pueblo no tuvo en cuenta estas palabras de Dios, pecó en gran manera y en consecuencia sufrió el cautiverio, perdieron su identidad, su Templo y su libertad.
Nehemías inicia la tarea que Dios le imparte para  la reconstrucción de Israel reconociendo su grandeza y  también se reconoce quien es él y quien es el pueblo.

Se identifica con su pueblo y confiesa su pecado, Nehemías tiene un corazón sensible y por ello se acerca a Dios y ayuda a otros para que también lo hagan.

Nehemías confiesa y pide perdón por el pecado de su pueblo y aun lo hace por quienes pecaron cuando él ni siquiera había nacido, se involucra con el plan de Dios.

Esta oración trascendió la historia del pueblo y trajo bendición y liberación notemos que no fue una oración egoísta basada en sus peticiones, no fue una oración muy elaborada con palabras elocuentes. Solo es un diálogo con Dios reconociendo la realidad del pueblo y la necesidad de la misericordia de Dios.

Muchas veces cuando hay crisis en el pueblo de Dios, por pecado o por otras circunstancias vemos que muchos se levantan para irse a otra iglesia, otros se levantan para criticar… pero ¿Cuántos nos levantamos para llegar delante de la presencia del Señor reconociéndolo y aun declarnos pecadores aunque no  hayamos pecado?

Nehemías no asustó al ver los muros caídos, no se desesperanzó, el oró.
Dios está esperando hombres y mujeres que se intercedan por esta congregación que está en proceso de crecimiento, no estamos en ruinas pero necesitamos oración.
Dios está esperando hombres y mujeres que intercedan por los matrimonios, por los jóvenes, por los niños…

Ezequiel 22:30 dice:
Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé.


La realidad de nuestras iglesias en general es que hay poca gente en la brecha, a veces ni oramos por nosotros mismos o por nuestros hijos. Nuestra oración es que esta iglesia tenga un avivamiento verdadero que inicia en la brecha
¿Hay alguien en la brecha hoy?

Los que deciden ir a la brecha son los que no buscan culpables por las situaciones difíciles, sino que aceptan la realidad, a veces asumen la culpa, no acusan a otros y tampoco se excusan, el que está en la brecha ora y busca soluciones confiando en el Señor.

Finalmente Nehemias descansa en las promesas del Señor, con humildad Nehemías recuerda las promesas de restauración del Señor y ora por su cumplimiento

“Pero si se vuelven a mi y obedecen y ponen por obra mis mandamientos… aunque hayan sido llevados al lugar mas apartado los recogeré, les haré volver al lugar donde he decido habitar” (8-9)
Nehemías puede orar descansando en las promesas de Dios porque las conoce de antemano. La biblia está llena de promesas que desafortunadamente no conocemos.
Hoy día se habla de “reclamar” las promesas de Dios, en realidad nosotros no somos nadie para reclamarle a Dios nada, sus promesas son por misericordia y por bondad de él.
Pero lo que si es cierto es que podemos orar descansando en que Dios nos ha prometido perdón, restauración, consuelo, entre muchas otras cosas.

En las promesas de la Biblia Dios mismo nos da el contenido de nuestra oración, cuando leemos la biblia y cuando conocemos la Palabra de Dios la oración fluye con libertad porque está nos da el contenido, nos da una ruta y nos da la tranquilidad de que Dios quiere el bien para nosotros.

En resumen, aprendemos de Nehemias que oramos:

1.      Reconociendo quién es Dios
2.      Reconociendo quienes somos nosotros
3.      Descansando en sus promesas.


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