Iglesia Cristiana Encuentro Con Cristo - Temuco

sábado, 26 de abril de 2014

Un camino que se ilumina.


Lucas 24:13- 35
Eliana Ortiz

Hoy celebramos y recordamos la resurrección de Jesús.  Los evangelios nos reportan las diferentes situaciones que se vivieron en torno a la última semana de Jesús. Si lográramos imaginar lo que vivieron los discípulos, en una sola semana vieron a Jesús entrar triunfante a Jerusalén y al mismo tiempo sufrir la agonía de Getsemaní y por supuesto de la cruz.

Con la muerte de Jesús, se mueren las esperanzas y las expectativas de sus discípulos.  Tres días de luto, de sufrimiento.

El domingo en la mañana las mujeres se encuentran con la gran noticia de la resurrección,  pero nos narra Lucas que los discípulos estaban desanimados y no creyeron. El ambiente es de dolor, incredulidad y confusión.

Por alguna razón Lucas decide ser generoso en su evangelio y nos regala un relato adicional acerca de la resurrección. Este es el relato del camino a Emaus

Este relato se divide por lo menos en tres escenas; la conversación de los caminantes, el dialogo con Jesús y la cena con Jesús. De estas escenas podemos aprender algunas lecciones
  1. La condición inicial de los caminantes:
Dos de los discípulos deciden salir de Jerusalén  a Emaús, una aldea a unos 11 km. Pedro fue a verificar la tumba vacía y estos dos deciden marcharse. (no sabemos quiénes son; algunos dicen que Cleofas en Juan) Hablaban en el camino de lo que aconteció y Lucas nos pone en escena la condición de estos caminantes

Incredulidad: Aunque en el camino se van conversando de lo sucedido, deciden marcharse.  En diferentes ocasiones Lucas nos muestra que los discípulos quienes le conocieron sufrían de incredulidad. 

El evangelio de Mateo hace una expresión interesante, cuando llega la hora en la que Jesús comisiona a los 11 lo que nosotros llamamos la gran comisión podemos leer, vemos que ellos se acercan a la montaña lo adoran y dice Mateo “algunos dudaron”, la manera que está escrita la expresión en griego no da la idea de que algunos tuvieron duda y que los otros creyeron; No. La manera en que Mateo escribe da la idea de que los mismos que dudan al mismo tiempo creen.   

Estos caminantes dan cada paso con la sensación de fracaso y de incredulidad.

Este pasaje nos muestra que además de la condición de incredulidad, los ojos estaban velados. Jesús  resucitado los aborda en el camino y entabla una conversación de varios Km y ellos no le reconocen.  No se dan cuenta quien es Jesús. En esta primera parte del relato hay una sensación de oscuridad.
Cuando Jesús les pregunta de qué hablan, la respuesta nos evidencia el grado de frustración de los discípulos:

-         Al ver a Jesús le confunden con un forastero.
-          Le dien que Jesús era un profeta… Es decir esa declaración de Jesús como el Cristo había pasado a un segundo plano. Ahora es un profeta.
-          Es un profeta muerto y con el murió la esperanza de redención para Israel.

Este relato me encanta porque me imagino a Jesús en el camino abordando a dos de sus ovejas en medio de la incredulidad y me encanta porque es una imagen que nos puede representar a nosotros. Vamos en el camino de la fe, a veces con mucha esperanza y a veces con incredulidad.

Notemos que la incredulidad no tiene que ver con falta de información, ellos le hacen un muy buen resumen a Jesús de lo que pasó, informan que la tumba esta vacía; lo vieron las mujeres y lo vieron los otros discípulos… la incredulidad no tiene que ver con falta de información tiene que ver con falta de relación y con falta de formación.

Anoche me quedé pensando en una conversación que tuve, alguien me decía “las predicaciones en la iglesia no me sorprenden yo conozco todo lo que dicen y con un tono de aburrimiento”   Mi preocupación es porque nosotros no estamos llamados a predicar algo novedoso; ya todo está escrito, no hay una nueva revelación. Pero a la luz de este pasaje podemos ver que la incredulidad no tiene que ver con información novedosa sino con el deseo de seguir a Jesús

La incredulidad también llega cuando perdemos la esperanza, estos dos habían escuchado de la muerte y de la resurrección pero simplemente perdieron la esperanza. Las circunstancias fueron más fuertes que las Palabras de Jesús.

Estos dos discípulos hubieran querido la gloria de la resurrección pero sin a travesar por el viernes de crucifixión.  Desafortunadamente para llegar al domingo hay que pasar por el viernes. Sin el viernes no hay domingo. Sin muerte no hay glorificación

Cuando Jesús escucha a los discípulos él los exhorta, aun los ojos están velados y poco a poco Jesús va iluminando el camino de estos caminantes.

El proceso de Jesús es hermoso:
a.       El acercamiento de Jesús: Jesús hace Presencia en el camino, no los deja solos, y esa presencia es la que evidencia su condición de incrédulos. Jesús se les acerca para dialogar, para conocer qué piensan, cómo se sienten.
Jesús siempre está interesado en acompañarnos, el nunca deja al incrédulo solo
b.  La escrituras. Antes de revelarse completamente, les predica y les afirma que la resurrección esta en el fundamento  de la escritura. La revelación de Dios esta basada en la palabra en nada más
c.       El partimiento del pan, lo que nos recuerda el compañerismo y amor de la ultima cena. la entrega en la cruz y la ordenanza para la iglesia hoy de recordar en el partimiento del pan, la muerte de Jesús hasta que el venga por segunda vez 
Es interesante que los dicipulos en hechos 2, se esmeran en perseverar en la doctrina y en el partimento del pan. (Estas son señales de una iglesia viva). 

 ¿Es Jesús un forastero en nuestra vida? –  ¿El no está hablando pero no le reconocemos?
La obra de Cristo debe quitarnos el velo… Nuestros ojos  pueden ser abiertos reconociendo al Cristo resucitado y su obra en la cruz.

No es suficiente con hablar de su obra y su muerte
No es suficiente asombrarse con su resurrección.
Es necesario dejarnos transformarnos por la Palabra y  participar en el partimiento del pan.


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