Iglesia Cristiana Encuentro Con Cristo - Temuco

sábado, 5 de abril de 2014

Profetas o mercaderes

Por Eliana Marcela Ortiz
Juan 2:13-25


El texto  sucede después de la primea señal o milagro que Jesús hace las bodas de Caná. En este evento podemos ver un ambiente de gozo, unas bodas y un milagro que según algunos, usa la figura de vino para anunciar los tiempos mesiánicos.

Del gozo  y la festividad, pasamos a un escenario de conflicto y tensión.

Vemos a Jesús en este pasaje muy enojado. 
Era la fiesta de la pascua (la primera de tres que se narran en Juan) – una fiesta que se celebraba  desde los tiempos del éxodo. Todos viajaban a Jerusalén para encontrarse en el Templo.

Un detalle en la narración de Juan es que él se refiere a la pascua como la pascua de los judíos, pero en realidad no era una expresión usada normalmente, generalmente es la pascua del Señor o simplemente la pascua. Desde el inicio de la narración el autor bíblico nos está informando en un  sentido peyorativo que esa pascua ya no era la del Señor, era de los judíos. Los hombres habían perdido el norte de la fiesta.

La razón del enojo de Jesús es que al acercarse al Templo encuentra mercaderes en lugar de profetas o adoradores.
Este texto nos evoca a varias realidades del Antiguo Testamento en primer lugar porque el relato nos lleva al Pentateuco y a las instituciones judías:
1.   El Templo
2.   Las fiestas
3.   Los sacrificios
4.   La profecía
Recordemos que hasta ese momento de la historia de Israel el Templo era el lugar en el que habitaba Dios. Se supone que si uno quería “ver a Dios” tenía que ir al pueblo. De igual manera hasta ese momento aún existía la necesidad de ofrecer sacrificios según lo reglamentaba el libro de levítico. Las fiestas y los sacerdocios fueron impuestas para que el pueblo se pudiera acercar a Dios.
Jesús va a la “casa de Dios” y la tradición que debió acercar al pueblo a su Dios es ahora una cueva de ladrones. El Templo de Dios se había convertido en un gran negocio alrededor del sacrificio.
El enojo de Jesús lo lleva a tirar las mesas y a echar a los fariseos del Templo con bastante enojo.
La pregunta es ¿Cómo interpretaron los que vivieron ese momento la acción de Jesús? ¿Qué quiso demostrar Jesús con esto?
La protesta de Jesús, en cierta medida es una propuesta que los judíos estaban acostumbrados a escuchar. La tarea de varios profetas fue anunciar la profanación de la casa de Dios y los signos de purificación del Templo.
Desafortunadamente el pueblo de Dios persistió en la degradación de las instituciones que Dios instauró en la tierra. Recordemos a los hijos de Elí, Amós les dice a los discípulos “Van a morir porque Israel se prostituyó, busquen a Dios pero no lo busquen en los lugares de adoración”

Jeremias 7:11

11 ¿Creen acaso que esta casa que lleva mi nombre es una cueva de ladrones? ¡Pero si yo mismo lo he visto! —afirma el Señor—.
12 » ”Vayan ahora a mi santuario en Siló, donde al principio hice habitar mi nombre, y vean lo que hice con él por culpa de la maldad de mi pueblo Israel. 13 Y ahora, puesto que ustedes han hecho todas estas cosas —afirma el Señor—, y puesto que una y otra vez les he hablado y no me han querido escuchar, y puesto que los he llamado y no me han respondido, 14 lo mismo que hice con Siló haré con esta casa, que lleva mi nombre y en la que ustedes confían, y con el lugar que les di a ustedes y a sus antepasados. 15 Los echaré de mi presencia, así como eché a todos sus hermanos, a toda la descendencia de Efraín.”
16 »Pero en cuanto a ti, Jeremías, no intercedas por este pueblo. No me ruegues ni me supliques por ellos. No me insistas, porque no te escucharé. 17 ¿Acaso no ves lo que hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los niños juntan la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres hacen la masa para cocer tortas y ofrecérselas a la “reina del cielo”. Además, para ofenderme derraman libaciones a otros dioses. 19 Pero no es a mí al que ofenden —afirma el Señor—. Más bien se ofenden a sí mismos, para su propia vergüenza.
20 »Por eso, así dice el Señor omnipotente: “Descargaré mi enojo y mi furor sobre este lugar: sobre los *hombres y los animales, sobre los árboles del campo y los frutos de la tierra, ¡y arderá mi enojo y no se apagará!”
21 »Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “¡Junten sus *holocaustos con sus sacrificios, y cómanse la carne!
La denuncia de Jesús no es nueva, casi con las mismas Palabras;  de hecho el mismo Juan dice que recordaron las palabras del Salmo 69:9 “El celo por tu casa me consume;
    sobre mí han recaído
    los insultos de tus detractores


La queja de Dios en el AT no sólo fue por el asunto de la corrupción del amor al dinero, lo fue por la idolatría, el pecado sexual, la injusticia y básicamente porque Israel perdió de vista el llamado como pueblo. Israel perdió su ADN como nación santa.
El mensaje de Jesús a la luz de todo el evangelio de Juan es claro; La diferencia entre los profetas y Jesús es que Jesús no sólo denuncia que las instituciones está podridas sino que el viene a sustituir cada una de las instituciones.

En la segunda parte de este texto,  los judíos le preguntan por alguna señal y el hace referencia que tumben el Templo y en tres día será levantado. Aunque nadie entendió en ese momento Jesús se anuncia como el nuevo templo del Señor.
En el capítulo uno se declara que “El verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” ese habitar podría traducirse como se “tabernaculizó” es decir Jesús ahora es el tabernáculo donde habita la presencia de Dios. En el capítulo 2 ahora abiertamente se refiere a su propio cuerpo con el Templo, “La nueva, la única y suficiente institución”
Hebreos desarrolla más esta Idea “Jesús es superior a la ley, superior al sacerdote, superior al lugar de adoración y su sacrificio es una vez para siempre”
El mensaje para nosotros tiene varias resonancias:
1.   Jesús estableció  el paradigma del lugar de adoración:
Aunque esto suena como obvio, muchas veces dentro de nuestra teología práctica pensamos que la iglesia es la casa de Dios… No quiero decir que no debemos amar la iglesia a lo que quiero llegar es que no podemos alejarnos de Dios solo como el hecho de dejar de asistir a la Iglesia.
Es frecuente que el ser humano al pecar quiere esconderse de Dios y lo primero que deja es la iglesia… Dios después de la muerte de Jesús dejó de habitar en el templo y con la llegada del ES habita en nuestros corazones.

2.   La exigencia de Jesús en ese tiempo es igual ahora: Jesús tuvo la expectativa de llegar al templo y encontrar un lugar de adoración. La expectativa de Jesús es doble:
-        En un sentido que nuestros templos sean lugares de adoración y como dice Pablo “Somos templos del Espíritu Santo” No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? 17 Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.  1 corintios 3:16
También Dios desea que los lugares que designamos de adoración en comunidad, o sea la iglesia, sean lugares dignos.
-        En otro sentido, pracido pero diferente tiene que ver con el tipo de adoradores que somos. Jesús al llegar al templo se enojó porque  no encontró profetas, ni adorares… encontró mercaderes tramposos.

Cuando Jesús nos mira, quiere ver Templo designados para la oración, para la adoración en Espíritu y Verdad. Este no es un asunto con el pastor. Es un asunto directamente con Dios.

Si Dios se presenta hoy a mi templo, ¿Qué haría? ¿Se sentiría complacido? ¿habría gozo? O ¿Nos tiraría nuestras mesas?



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