Apocalipsis 3: 14-22
Eliana Ortiz
·
Laodicea no era conocida por sus religiones o ideologías, sino por sus
riquezas, su erudición y su comercio.
· Al igual que Colosas y Hierápolis, esa ciudad estaba ubicada en el valle
del río Lico (llegó a ser la ciudad más rica de este valle).
·
Su famosa escuela de medicina preparaba el “polvo frigio” para curar
deficiencias de los ojos.
·
Debido a su tierra
fértil, sus rebaños producían una lana mundialmente famosa por su brillo y su
color negro azulado à exportaba lujosas telas y tapetes. La gran carretera romana de
Éfeso pasaba por ella y otros caminos importantes de la región, dándole un gran
desarrollo comercial y una dinámica vida económica, convirtiéndose así en un
gran centro financiero y banquero.
·
Laodicea era muy orgullosa de su riqueza.
·
Cuando fue destruida por el terremoto de 60 d.C., no solicitaron ayuda a
Roma, sino que sus habitantes la reconstruyeron con sus propios recursos.
Todo esto producía en ellos
una ilusión de suficiencia, superioridad y prepotencia que les cegaba los ojos
a la realidad de su lamentable condición espiritual.
El tema de hoy tiene que ver
con una posición de indiferencia, arrogancia, prepotencia, con respecto a la
relación con Dios, y esa actitud indefinida es repugnante para Cristo, ya que:
NO SON NI CHICHA NI LIMONADA
DESCRIPCIÓN DE CRISTO
Jesús es el Amén, LA RESPUESTA que confirma y acepta la verdad.
Aquí Convierte
un término básico de la fe hebrea y cristiana en un título para si mismo.
La idea del término amén es la
FIRME, SEGURO, implica SOLIDEZ,
CONSTANCIA, ESTABILIDAD, LEALTAD Y CONFIANZA.
En cambio en la carta, el
título está enmarcado en un contraste con la inconstancia e in-definición de los
laodinenses, y destaca la firmeza y autoridad divina de Cristo à para amonestarlos por su
abominable tibieza.
Cristo mismo es la respuesta
perfecta a toda promesa divina.
Por eso, él es “el testigo
fiel y verdadero”. Es veraz en todo lo que dice y hace. Es confiable y fiel; no caprichoso ni
cambiante. Nunca necesita retractar o modificar su palabra.
¿Cómo podemos descuidar el
consejo que da en v. 18–20?
Lo
que dice y manifiesta de Dios es absolutamente correcto. “Si me han visto a mi,
han visto al Padre”.
Además, todas las cosas fueron
creadas por él (Juan 1:3; Colosenses 1:16).
RADIOGRFIA DE LA IGLESIA
Esta iglesia no recibe palabras de elogio. “El que
anda en medio de los candeleros” la condena:
EN PRIMER LUGAR à por su indiferencia. Laodicea recibía el agua de manantiales
calientes del sur y era traída por un acueducto de nueve kilómetros de
extensión. El agua estaba tibia cuando llegaba a la ciudad. (La fría refresca, caliente es
medicinal pero la tibia olía a feo )
En términos duros, Jesús dice
que sus vidas eran así, tibias, anémicas y repugnantes, como para escupirse de
la boca.
Algunos cristianos temen ser
llamados fanáticos, pero lo que les falta es entrega
El cristiano ubica a Dios en
primer lugar y los demás intereses, responsabilidades y compromisos son
dominados y orientados por Dios.
Hemos de ser “fervientes en espíritu” y avivar “el fuego del
don de Dios” (Romanos 12:11; 2 Timoteo 1:6).
Dios
requiere una entrega total de la persona, un compromiso incondicional con él y
completa sumisión al señorío de Jesucristo
Además de su indiferencia, los
miembros de esa iglesia se habían contagiado
¿Por qué la tibieza?
EN SEGUNDO LUGAR à del orgullo y la autosuficiencia de la ciudad de Laodicea. Tal vez era su pecado más serio
—el de no reconocer su verdadera condición espiritual.
Decían ser ricos y que no
tenían ninguna necesidad, cuando en realidad, Jesús dice que eran
desventurados, miserables, pobres, ciegos y que estaban desnudos (v. 17).
-
El dinero no les sirve porque les llama pobre.
-
La lana y los textiles no les sirven porque están
desnudos.
“Yo
soy rico y ME HE ENRIQUECIDO à La autosuficiencia. Cuando se tiene dinero, poder
y otros, se piensa que es por condiciones propias y no por bendición del
Señor à o también
se puede llegar a pensar que esa
condición favorable , económicamente hablando, puede ser porque el Señor los ha
bendecido mas por ser mas espirituales.
No hay una acusación puntual o directa de pecado,
ni tampoco es que esté hablando de grados de espiritualidad
è Se creen mejores cristianos.
Una expresión como la de Cristo en su carta a la
iglesia en Laodicea, “ME PROVOCA
VOMITARLOS”, debe haber impactado bastante s los hermanos de la
congregación.
La tibieza y falta de humildad le dan naucias al
señor por que huele a feo: Un cristiano
sin humildad huele a feo…. Un cristiano tibio huele a feo.
El soberbio generalmente cree que es humilde, pero acá notamos que la iglesia creía una cosa y El señor otra.
Es bien importante observar la diferencia en lo que
la iglesia decía y lo que dice el Señor.
EXHORTACIÓN
CRISTO PRIMERO les recomendó que compraran de él ciertas cosas.
Humildemente
debían encontrar su suficiencia en
Cristo, no en ellos mismos.
La
palabra “comprar” apela a su sentido comercial (comp. Isaías 55:1).
Debían
cambiar de proveedores a compradores.
Eran pobres, pero Cristo tenía
oro. Estaban desnudos, pero Cristo tenía ropa. Eran ciegos y Cristo tenía
colirio. Ellos no tenían nada, pero él, todo.
Él podía darles las riquezas
de la herencia de los santos en luz.
Podía cubrir su pecado y
vergüenza y curar su ceguera para que percibieran un mundo espiritual que ni
siquiera se atrevían a soñar.
El problema de ellos era
precisamente que no veían la realidad.
EN JESÚS ESTÁ LA REALIDAD: la
realidad de hoy y la realidad eterna
Además de dar consejos, Cristo
reprende y castiga a los que ama.
Entonces, SU SEGUNDA EXHORTACIÓN es “Sé, pues, celoso (fervoroso) y arrepiéntete”. El primer paso que se da al
calor de la entrega total es el arrepentimiento del pecado, de la ceguera,
indiferencia, orgullo y autosuficiencia.
EN TERCER LUGAR, Cristo hace una cariñosa
invitación. “Estoy a la puerta llamándote ansiosamente, esperando el día en que
escuches y abras. Prometo entrar, comer y disfrutar de comunión contigo”. Es
probable que Cristo estuviera suplicándoles que fueran salvos, porque la
mayoría de los de esa iglesia eran cristianos de nombre nada más.
A los mismos que poco antes
les había dicho que le daban ganas de vomitar, ahora les solicita (si se
arrepienten) que lo dejen entrar a cenar con ellos.
Cristo respeta la libertad del ser humano,
pero utiliza todos los medios para llegar a nosotros à se para pacientemente a la
puerta, llama (golpea), persiste,
y no se va.
LA PROMESA
Para los vencedores, los que
creen en Cristo, el premio será estar con el vencedor supremo, entronizados con
él, reinando con él mientras gobierna con su Padre.
Cristo comparte el premio de su triunfo con sus
seguidores o discípulos.
Cristo quien aquí nos pide
compartir la cena con nosotros, nos invita también a compartir su trono con él
en su reino
“El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias”.
JESÚS ENTONCES TE ESTÁ PIDIENDO QUE PASES:
DE LA INDIFERENCIA, DE LA RUTINA, DE
LA SOBERBIA, DE LA ARROGANCIA,
A UNA VERDADERA INTIMIDAD CON ÉL.
A qué hueles y a qué quieres oler.
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